Este Monasterio de Santa Catalina de Siena, custodia el cuerpo incorrupto de una monja que vivió en este Monasterio y que, muriendo con fama de santidad, despierta la devoción de los fieles de la diócesis, de toda Canarias y de fieles de muchos rincones del mundo. En este momento la Causa de Beatificación está en su fase romana, y se está elaborando, en estrecha colaboración con el Relator de la Congregación para la Causa de los Santos, la Positio sobre vida y virtudes.
Su vida religiosa fue austera, simple y llena de virtudes; de hecho, es uno de los mayores casos de portentos sobrenaturales y virtuosos en torno a una persona, en donde destacan, no sólo la inexplicable incorruptibilidad de su cuerpo, sino todos los prodigios que rodearon su vida. La santidad de un sierv@ de Dios se prueba por las virtudes teologales: fe, esperanza y caridad. De lo que “La Siervita” dio prueba fehaciente de ellas durante su vida.
Esta religiosa murió en olor de santidad, aunque esta fama devocional la tuvo incluso desde antes de su muerte. Hoy en día, es una de las figuras históricas de origen canario más veneradas del archipiélago, conjuntamente con el Santo Hermano Pedro de Betancur y el Padre San José de Anchieta. Igualmente, la devoción hacia “La Siervita” es una de las más importantes de la isla de Tenerife, en particular, y de las Islas Canarias en general.
La devoción del pueblo cristiano a La Siervita
Cada 15 de febrero (aniversario de su muerte) su cuerpo es expuesto al público en un sarcófago de madera policromada, que guarda dentro una urna de cristal con su cuerpo; ante las masivas peregrinaciones de devotos que desean ver a Sor María de Jesús. Dicho sarcófago solo puede ser abierto con tres llaves, de las cuales, al principio guardaba una llave el prior provincial de la Orden, otra la familia de don Amaro Felipe, y una tercera la Comunidad. En la actualidad, las tres llaves se encuentran en el Monasterio. Dichas llaves giran en diferentes sentidos que sólo las monjas conocen, según lo han aprendido a través de generaciones.
El cuerpo yacente sólo puede ser visto tras las rejas de metal del coro bajo del Monasterio, y es costumbre que los fieles tiren papeles con mensajes escritos para que “La Siervita” los ayude en sus problemas. El espectacular sarcófago dorado fue donado por el ya mencionado capitán Amaro Rodríguez Felipe (Amaro Pargo). Este día los alcaldes de El Sauzal y de La Laguna realizan una ofrenda conjunta de flores como símbolo de hermandad entre los dos municipios. En los últimos años, esta exposición del cuerpo también sucede el domingo siguiente al 15 de febrero, debido a la gran afluencia de devotos (que llegan desde todo el Archipiélago Canario y desde otros lugares de España) y a la imposibilidad que tienen de venerar el cuerpo solo un día al año. Por esta razón se ha decidido ampliar un día más el plazo de exposición de la venerada Sierva de Dios, en espera de que la Iglesia se pronuncie al respecto agregándola al número de los beatos, y de esta forma pueda ser venerada más tiempo.
El Proceso de la Causa de Beatificación
El Proceso se inició en un Expediente de Canonización en 1826, siendo interrumpido en 1832. La causa de esta interrupción fue la situación política, económica y religiosa que se vivió en España en aquel momento. Más tarde, se inició de nuevo el Proceso diocesano (el día 12 de diciembre de 1992), y cuando concluyó dicho proceso fue enviado a Roma para su consideración.
Desde entonces, el Proceso se encuentra en la fase romana (en la Sagrada Congregación para la Causa de los Santos), encargándose un Relator del proceso, contando con la colaboración del Postulador General de la Orden de Predicadores y algún experto colaborador externo a la Congregación.
Existe un manuscrito que cataloga los 1.251 favores que realizó “La Siervita” después de su muerte. Según dicho legajo, el mayor número de prodigios se produjo en 1740, con 258 favores constatados. Según este manuscrito, Santa Cruz de Tenerife es la localidad en la que Sor María de Jesús realizó más prodigios, con un 43%; seguida de San Cristóbal de La Laguna, con un 28%; Tacoronte, con un 6,6%; La Orotava, con un 4,3%; Los Realejos, con un 3,2%; El Sauzal, con un 2,5% y la isla de Fuerteventura, con un 2,4%.
No obstante, cada año el número de casos de personas que creen haber recibido una gracia de “La Siervita” crece exponencialmente, con testimonios de personas favorecidas por la monja también en Gran Canaria, La Palma, Lanzarote, El Hierro, La Gomera y otros lugares de España y del mundo. Su devoción está ampliamente asentada en todo el Archipiélago Canario, constituyéndose de hecho, en una de las principales devociones de las islas.
Sor María de Jesús es popularmente considerada como protectora de aquellos que sufren rapto y son secuestrados, esto se debe a los dos intentos de secuestro que sufrió en su niñez: el primero ordenado por la esposa del médico tras la negativa de su madre de entregársela; y el segundo intento, orquestado por dos “damas”, para obtener beneficios económicos con la venta de la virginidad de la joven. También se le invoca contra los incendios. Se le suplica su intersección sobre todo tipo de males y causas imposibles, como pueden ser problemas de salud, problemas psicológicos, explotación infantil, o enfermedades cutáneas.
Ya desde el hallazgo de su cuerpo incorrupto, existieron los testimonios de personas que sanaron de graves enfermedades al tocar o estar frente a su cuerpo. De estas personas destacan sobre todo religiosas de su Monasterio o regidores de la ciudad de La Laguna y de la isla. Sor María fue muy venerada por los marineros de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife, dichos hombres de la mar extendieron su devoción al Nuevo Mundo y a otros puntos. Su figura fue además exaltada por el Rector de la Universidad de Salamanca, Don Pedro Andrés Machado y Fiesco, quién la denominó: “Asombro de penitencia”.
Tras la inauguración de un museo dedicado a ella en su casa natal en El Sauzal, el obispo de la Diócesis de Tenerife, Monseñor Bernardo Álvarez Afonso, se refirió a su vida y obra como “La vida ejemplar de una mujer entregada a Dios y al servicio de los demás”.
A pesar de no haber sido aun oficialmente canonizada, el culto privado a Sor María de Jesús se ha convertido, espontáneamente, en el equivalente canario del culto a Santa Teresa de Jesús en el resto de España, Santa Catalina de Siena en Italia o Santa Rosa de Lima en Perú y Latinoamérica.
Juan Pedro Rivero González